“Recién regresé de unas largas vacaciones de comer, beber y divertirme a mi antojo. Al volver, hacer ejercicio encabezaba mi lista de prioridades. Al segundo día de mi regreso tuve una extenuante sesión de ejercicio de tres horas. Como sabía que mi cuerpo no estaba acostumbrado a eso, tomé Edge antes de ir al gimnasio. Efectivamente, ¡mi cuerpo no estuvo adolorido al día siguiente!”*
A.G., 28 años, San Francisco, CA
“La primera vez que probé Edge, fue una mañana antes de un largo y estresante fin de semana con dos turnos de trabajo de 16 horas al día. Estaba sorprendida de que no tuve problemas para mantenerme despierta durante el día y hasta bien entrada la noche. ¡Me desperté temprano al día siguiente y tuve esta natural e increíble energía durante el segundo día también!”*
C.B., 40 años, Denver, CO